Tus ojos, blancura entre dos corcheas,
las noches, gota a gota, trazo a trazo
y las distancias que ahoga este abrazo,
dulces cantan en cuanto parpadeas.
El rojo de tus labios castañeas
por el frío que abraza, latigazo,
si mi piel de brasa a tu piel no enlazo,
en tierno chirriar, mirlo, aleteas.
Canto o fuego, alma y carne en poemas
de los versos que inspiras, fugitiva,
te escribo y sé que escribo sobre arena
para que no me leas la faena
que triste desgarra, ilusa y viva
al bardo, que hace del amor, teorema.
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