ENFERMO DE PARKINSON
Te escribo y sé que escribo para que no me leas,
porque no quiero que llores mi desconsuelo.
Hace tiempo que eres mi vida y mi cielo,
Que sostienes mi cuerpo y mi alma.
Sobre tu espalda quebrada se apoya mi vida entera,
sin ti vivir no pudiera,
por mí solo no me valgo.
Eres mi luz y mis fuerzas,
eres el candil que alumbra mis pasos por la vereda.
Pido a Dios que te de vida para seguir caminando
e ir así sobrellevando,
esta carga inquisidora que el cielo nos preparó.
¿Por qué esta pena Señor? si no hice mal a nadie