Traes en los ojos pinturas de guerra
cuadriláteros revolucionarios entre los huesos
y dentro del alma vas conversando
con un benévolo subterfugio de bellos momentos.

Los mares no son mares hasta que naufragas en ellos
las estrellas no son estrellas hasta que te reflejas en ellas
tú no eres tú hasta que escuchas la espiral poética que llevas dentro.

Hablan las formas recreadas
hablan los cuerpos transformados
el inconformismo, la libertad y los sueños.

Y no sé si nos hacemos los sordos
o solo escuchamos el tictac del tiempo
justo en la puerta de embarque
antes de partir definitivamente al cielo.