No pudo ser,
la sombra acecha,
donde la ausencia arrastra.

Es la oscuridad de la eterna hostilidad;
En la profundidad se hunde la realidad.

El pozo sumergido en el aguacero,
que derrocha sangre que tiempo suena.
La herida andante,
que nunca despierte.

Es la tierra, el paisaje,
la agonía dormida, donde hablan las formas recreadas
hablan los cuerpos transformados.

¡Recoged la voz de la sepultura!
El corazón salgo a buscar.