Desorbitadamente quieta
está la noche entre los dos
Cuánta serenidad en tu frágil cuerpo
acompasado con el aire que respiras
Algo de ti se me aleja en esta noche
mientras duermes
Se escapa de este tiempo indomable
en que te espero
ansiando tu regreso de la gloria
Pero cuánto no daría por cruzar
estas lindes del ensueño
y encontrarme contigo
en la inmensa claridad
que nos habita.