En el rincón del desamor sombrío,
Hablan las formas recreadas, suspiran,
Cada vez que tu imagen se cruza con la mía,
Sigo sintiendo el fuego que no se retira.

Hablan los cuerpos transformados, recuerdan,
El abrazo cálido que en el tiempo se perdió,
La nostalgia me envuelve, el corazón se enciende,
Y el eco de tu nombre, en mi mente, resuena.

Cada mirada tuya, un golpe en el pecho,
Te veo, y en mis ojos brillan lágrimas sinceras,
Y aunque el mundo gire, y el tiempo pase lento,
Sigo amándote en silencio, en este lamento.