Aún no te conozco
pero te estoy buscando.
Te escribo y sé que escribo
para que no me leas,
porque sé que tú tambien sientes
un extraño desasosiego,
te despiertas abrazando la almohada
soñando con mi piel
y crees oir mi voz
en el repiqueteo
de la lluvia en la ventana.
Espérame, te sigo buscando
y sé que te voy a encontrar.