Recibo tu llegada soberana y sin reparos.
Ansío te quedes y me aconsejes.
Que mi inmovilidad deje a un lado
y así a mi objetivo yo llegue.

Pero pronto constancia desaparece
y emerge el conformismo con un señuelo.
Me hipnotiza, cierra mis párpados y deforma mi mente.
Me manipula, corroe mis huesos y entumece mi cuerpo.

Pero pronto constancia emerge
y mi voluntad se presta a su consejo.
El tiempo transforma lo estático
y recrea todo de nuevo.

Hablan las formas recreadas,
Hablan los cuerpos transformados.