Desear los momentos, es perder el tiempo,
Pues solo son ese lapso.
Y por muchos malos que vengan.
También vendrán otros de peores, pero no por ello más largos,
Y entre todo ese revoltijo sobresaldrán algunos buenos
Que queremos que perduren una eternidad,
Pero ni siquiera estos serán más duraderos.
Porque te hice de la nada,
De la sorpresa y el deseo.
Y por ello vagaré sobre mil momentos,
Para llegar a ese tan anhelado,
Sin saber que al final,
Habré malgastado mil y un momentos.