Desde el barro inaugural
aún tibio, germinal, fecundo,
hablan las formas recreadas,
hablan los cuerpos transformados
que en orbes de vida han tornado
la encinta mañana del Mundo.

Pues Vida es materia y aliento
fugaz, pasajero, de Tiempo,
generosa que, en latiendo,
quiere animar a su vez,
semilla que, en despertando,
cobra alas en el viento.